martes, 27 de diciembre de 2011

PARECE QUE FUE AYER

Parece que fue ayer que mi madre nos dejó y aún recuerdo nuestra última conversación, su expresión, su sonrisa. Parece que fue ayer y ya va ha hacer un año que se marchó, me viene a la memoria aquél momento, cuando entré en su habitación me dio un vuelco el estómago, entré silenciosamente, despacio, creyendo que estaba dormida, me acerqué y puse atención esperando oír su respiración, no se oía nada,  se me encogió el corazón, le toqué el brazo, la llamé, pero nada, no hubo respuesta, se había ido, aún estaba caliente, me tumbé a su lado, la abracé y le pedí que volviera, que no me dejara, pero era inútil, ella ya no me oía, ya no estaba allí y lloré, lloré y lloré…, Ese momento que tantas veces había pensado cómo sería y al que tanto temía, estaba allí, estaba pasando, la miraba, tenía una expresión tan serena, el único consuelo que me quedaba era saber que no se enteró, que no sufrió, simplemente se había quedado dormida y un ángel se la llevó.
Trato de enlazar palabras que con lágrimas salen de lo más profundo de mi alma.
El 6 de Enero nos dejó mi madre, hace un año aún la tenía. Se habrá reunido con mi padre, tíos, y otros familiares que, con toda seguridad acudieron a recibirla, lo mismo que sus padres, a los que tanto quiso y tanto la quisieron. Y habrá emprendido una nueva etapa con la satisfacción del deber cumplido. El fardo de la vida quedó atrás para ella, y sentirá su alma ligera, libre, sin limitaciones, enviándonos sus recuerdos y su amor.
Y recibirá nuestros pensamientos cariñosos que acariciarán su rostro...
Te llevo en cada latido de mi corazón, en cada lágrima, en cada suspiro. Tu recuerdo continúa plasmado en mi memoria y por eso quiero decirte: "Siento que todavía estás aquí, no te has ido y nunca te irás te siento a mi lado contemplándome".
No has muerto para mí, porque no se muere cuando el corazón deja de latir, se muere cuando los recuerdos dejan de existir y tú sigues viva para todos, y sigues viva especialmente para mí.
La pérdida de una madre es algo imposible de describir o explicar. Es como si un trozo de tu corazón te faltara. Nada es igual y todo es diferente. Toda suerte de pensamientos, recuerdos y sentimientos se unen para producir un sentimiento nuevo, algo jamás experimentado en el pasado y difícil de repetirse durante el curso de la vida.
Hace un año murió mi madre. Desde ese momento me siento muy diferente. Es la sensación de estar incompleta, la sensación de que algo falta, un vacío inexplicable. El amor, apoyo y cariño recibidos de tantas personas que me quieren y me aprecian y que respetan el dolor y el sufrimiento producen alivio y paz y a su vez dilatan el cierre de esta herida tan profunda.
Hace un año murió mi madre. ¡Qué frase tan breve! ¡Y qué fácil de pronunciar! Sólo seis palabras. Pero, ¡cuántas cosas significa y contiene, y cuántas cosas cierra y concluye! ¡Qué cúmulo de pensamientos y de emociones se amontonan en mi memoria y pugnan en estos instantes por ocupar mi mente y mi corazón!
¡Cuántas escenas vividas, cuántas situaciones, cuantos acontecimientos, cuántos sacrificios, sobresaltos, y cuántas alegrías, satisfacciones y risas en los buenos momentos!
Al margen de sentimentalismos, sé y puedo afirmar con orgullo, que mi madre ha cumplido. Ha cumplido como hija, como hermana, ha cumplido como esposa, como madre, como abuela y ha cumplido como amiga. 
Es impresionante pensar que, entre todas las madres posibles, fue ella la que prestó oídos al deseo de nacer de mi hermano y mío, y nos ofreció su seno y su sangre y su amor para toda una vida, y  surgimos de ella y fuimos causa de sus ilusiones y sus miedos, de sus alegrías y sus tristezas, vivencias que nunca pude ni podré recordar porque se pierden en ese tiempo sin memoria que es la infancia. Esos años y esas vivencias eran patrimonio exclusivo suyo y se los ha llevado consigo.
Éramos su triunfo y su razón para vivir y sentirse más que feliz por seguir viviendo. Fue la persona más buena que jamás conocimos. Todo lo que somos se lo debemos a ella. Le damos las gracias por todas las cosas que nos dio y nos enseñó. Mi madre era y es nuestro ejemplo a seguir. Un ser con el corazón puro y limpio, lleno de bondad, amor y ternura. Con tu ausencia siento  un profundo dolor y tristeza al no tenerte ya a nuestro lado. Pero nos has dejado tu legado de amor, entrega, valores y ejemplos de sacrificio, para recordarnos que la vida sigue.

Damos gracias por habernos puesto en tu vida y permitirnos disfrutar de cada momento contigo. Se me quedan cortas las palabras, pero mi amor por ti es inmenso. Y conforme pasan los días, me doy cuenta de que aunque tú no estés mi amor por ti aumenta y cada día te quiero más. Y al despertar y darte los buenos días allá donde estés, te digo: “Mamá, cuánto te quiero”

Curiosamente, a los padres sólo se les llega a comprender, a valorar y a estimar con justicia, cuando se es padre o madre y más especialmente cuando nos dejan. ¿Y yo? ¿Hice lo posible por hacerla feliz? ¿Le creé problemas, le suscité preocupaciones? ¿Supe valorar y agradecer lo que, como madre me brindó siempre, sin esperar compensación?

Ahora ya es tarde para hacer lo que no hicimos y para deshacer lo hecho. Ya no podemos modificar nada. Ni explicar nada. Ni justificar nada. Pero sí podemos agradecer, recordar, elevar el corazón, sentir su contacto, oír el eco de su voz y revivir sus consejos, siempre acertados...

Hace un año murió mi madre. Y con ella murió una parte importante de mí misma. ¡Qué terrible sentimiento el de la orfandad! Porque, aunque ya mayor, gastada y cansada, seguía siendo ella y a mí aún me parecía hermosa y llena de vida... y estaba ahí, al alcance de mi mano…

Es tan reconfortante poder comprobar cuántas personas la conocían y que era querida por todas ellas.
Todos me dicen lo mismo al hablar de ella: ¡qué buena era tu madre, un alma de Dios! ¿Acaso hay mayor satisfacción y orgullo para una hija que le digan eso de su madre?
Madre, Mamá, has dejado en nuestros corazones el recuerdo de amor más hermoso que alguien puede tener, pensaremos en ti cada día porque tu memoria ha quedado muy dentro de nosotros y siempre vivirás en nuestros corazones.

Serás la luz de nuestros ojos, la razón de nuestras sonrisas, el motivo de nuestras alegrías y nuestro ánimo para seguir adelante. Nos llenas como nada ni nadie lo hará, porque Madre solo hay una. Tú eres siempre serás como una luz en la oscuridad.

¡Te quiero Madre! ¡Te quiero Mamá!

viernes, 23 de diciembre de 2011

TE REGALO UNA ESTRELLA


Ayer recibí dos felicitaciones de Navidad especiales, de las que se envía por correo postal, como hace unos años, cuando aún no estaban tan de moda los mensajes en el móvil o por  e-mail. Una tarjeta estaba llena de alegría, de colores vivos, de sonrisas, de purpurina…, y las fotos de dos niños guapísimos y adorables, transmitía una gran ternura. La otra carta tiene un dibujo de Kwan Yin, la diosa de la compasión, sencillamente preciosa y llena de gratitud. Los mensajes de las dos tarjetas han llegado a lo más profundo de mi corazón y en estas fechas dolorosas para mí, me han emocionado… y reconfortado., Os doy las gracias a todos, a María, Carlos, Nerea, Carlitos y cómo no, a Candela y desde este muro os quiero regalar una estrella, a vosotros, a todas mis amigas, a las que habéis estado a mi lado en todo momento, a mi familia, a mi sobrina y a las personas que se encuentran solas y que no tienen quien se acuerde de ellas. A todos, con gratitud y cariño ” OS REGALO UNA ESTRELLA”

http://www.youtube.com/watch?v=KEcE5EeWX90

TE REGALO UNA ESTRELLA
Te regalo una estrella…, cualquiera…, la que elijas…:
la que apenas se nota…o la que más destella…,
esa que se desplaza…, o aquella que está fija…,
¡que sobre el cielo oscuro todas resultan bellas!

¿Que cómo las atrapo…? ¡Es que son tan coquetas!,
-como lo han sido siempre las hermosas doncellas-:
les gusta reflejarse en mi alma de poeta…,
¡y caen en mis redes de pescadora de estrellas!

Y si acaso la aceptas, quisiera preguntarte,
-si no soy indiscreta-: ¿…que es lo que harás con ella…?
¿Usarás sus destellos tal vez para “blindarte”…,
para que nunca más el dolor te haga mella…?

¿La pondrás como un faro delante de tu paso,
para que sus fulgores iluminen tu huella…?
¿O a lo mejor le pides que te recuerde, acaso,
que sólo es el amor quien las heridas sella…?

Si tu me lo permites, yo te sugeriría
que duermas cada noche abrazada con ella,
y sin que te des cuenta, ha de llegar el día,
¡en que tu corazón se volverá una estrella!

Y entonces…, cuando apoyes sobre el pecho tus palmas,

y le pidas consejo para seguir la huella,
te llegarán mensajes a las playas del alma…
¡como aquellos que llegan dentro de una botella!

Y te hablará en silencio de tu Sagrado Hogar…,
de por qué estás aquí…, de tu misión aquella…,
de tu herencia divina…, tu origen estelar…,
¡porque todos venimos de lejanas estrellas!

Y sabrás, sin dudarlo, ¡que tú lo puedes todo!:
desde afrontar tormentas de rayos y centellas,
hasta hacer inclusive que en el medio del lodo,
¡florezcan los jardines de tus flores más bellas!

Ya lo ves…: no es tu “cumple”…, ni es “el día del amigo”…,
ni celebras tampoco la graduación aquella…,
pero de todos modos…, sin causa ni motivo…,
porque sí, simplemente… ¡te regalo una estrella!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

NO, NO, NO, A LA PIROTECNIA

Esta Navidad y Nochevieja a las 12 de la noche, en vez de tirar petardos y cohetes, soltemos globos de colores, que cada uno de ellos lleve un mensaje que nos gustaría que recibiera otra persona.... y que el cielo se llene de globos… de mensajes... de colores… De esta manera evitaríamos que muchos niños sufrieran amputaciones, por el manejo de la pólvora... los animales no sufrirían, y quizás alguien que esté solo, se alegre por recibir tu Mensaje... :)

martes, 20 de diciembre de 2011

Fecha de la próxima Meditación

Hola; a todas las interesadas deciros que ya tenemos la fecha definitiva de la meditación, será el jueves 22 a las 3,15 de la tarde, os espero... :)

lunes, 5 de diciembre de 2011

Fotos


Así quedó nuestra sala.


Bonita ¿Verdad?


Algunos miembros de los talleres ¡¡Menudo grupo!!

MUCHAS GRACIAS!!!

Hola a todos. Después de una semana intensa, desde Cursos Ananda, queremos dar las gracias a todos aquellos que habéis asistido a los talleres. Ha sido un placer teneros como alumnos y creo que todos hemos disfrutado mucho de esta experiencia.

Así que una vez más. Muchas gracias a todos. Y estoy segura que muchos nos encontraremos en otros talleres J

¡Y un fuerte abrazo!

Cursos Ananda.